Sunday, January 3, 2010

Los de arriba y los de abajo

Las Vegas, Nevada Diciembre 31, 2009 - Enero 1, 2010

Es el cierre del año 2009; la ciudad se prepara para recibir visitantes y locales dispuestos a celebrar la llegada de un próximo año que representa esperanza – las encuestas indican que los propósitos de nuevo año cambiaron de prioridad: para 2009 en Estados Unidos, el propósito número uno fue bajar de peso; para este 2010 ocupa el primer lugar ahorrar dinero y bajar las deudas. Este es el primer año que se celebrará con fuegos artificiales desde que se suspendieron después de Septiembre 11 del 2001. Es además un diciembre que trajo a Las Vegas el proyecto inmobiliario más importante del mundo, después de Dubai. Los contrastes se respiran y se pueden observar al caminar por Vegas Boulevard que ha sido cerrado para tener solo acceso peatonal que permita el flujo de aproximadamente trescientas mil personas dispuestas a festejar.

Tenemos la oportunidad de esperar el 2010 en el piso 23 de un nuevo hotel, con perfecta vista panorámica a los tres hoteles desde donde se lanzará la pirotecnia. Las paredes del bar son cristales que permiten observar desde lo alto como poco a poco la calle se llena, la noche avanza y los ánimos de fiesta se aderezan con tragos de licor y música. Llegan las 12, empiezan los gritos y desde arriba se observa el cielo plagado de colores y humo. Desde arriba se adivina la euforia colectiva. Desde arriba se siente el calor humano. Y se siente bonito ser parte de un momento único, abrazando a mi media naranja que por mas de 20 años ha celebrado conmigo - a veces a pie y a veces andando, pero juntos.

Pasan las doce, ya es el nuevo año. Continuamos nuestro festejo hasta que llega el momento de la retirada, pero hubo un pequeño detalle que olvidé considerar al ponerme mis lindos zapatos de 12 pulgadas de alto: Vegas Boulevard estaría CERRADO…sólo acceso PEATONAL. Lo que significa que desde nuestro lugar de celebración hasta nuestro lugar de descanso, había un largo trecho que recorrer, CAMINANDO. En ese momento me armé de valor, levante la mirada y no perdí el porte ni el estilo. Me dispuse a caminar… y caminar… y caminar, por las calles y entre la gente que para esas alturas ya destilaba alcohol y mostraba su falta de destreza motriz. Desde abajo avanzando paso a pasito. Desde abajo con el apoyo de mi acompañante fiel. Desde abajo finalizando la celebración entre destellos de música variada que se cuela hacia afuera por las puertas de cada hotel y bar, con cantos de guerra de un grupo de jóvenes irlandeses que se abrazan mientras caminan. Desde abajo deteniéndome a descansar a ratos para retomar la caminata que se siente como si mis pies estuvieran cubiertos de agujas filosas pero aceptando que fue mi decisión portar dichos zapatos, que como dice mi sabio compañero de vida, todavía pagué para tener el derecho de usar. Por fin llegamos a la entrada de nuestra morada, después de casi dos horas de caminata. Para estas alturas ya no puedo dar un paso mas con mi tortura de alta moda, por lo que en cuanto veo un pedazo de piso sin visible y evidente muestra de suciedad (lo que no veo no me mata, pensé yo), me dispongo a descalzarme para continuar la recta final hasta nuestra habitación.

Es el inicio del 2010, es el final de la noche. Al hacer una evaluación general, puedo concluir que desde arriba o desde abajo, estando de pie o andando, todo es mejor si lo haces con convicción. Independientemente de cual propósito de año nuevo haya ocupado el primer lugar de las preferencias para este 2010, hay uno que se mantuvo constante: lo que buscamos para este nuevo año es ser más FELICES. Y ser feliz es un estado mental, que no se compra, no se obtiene, simplemente se siente – es actitud y labor de convencimiento. Es disfrutar hasta los momentos más bizarros, es entender que las cosas que se van poniendo en el camino tienen un propósito y aunque duelan, o aunque no se valoren o quieran, de igual forma pasan. No se trata de buscarle el lado positivo a todo; se trata de aceptarlas aunque no sean perfectas y así, al hacernos responsables de nuestras decisiones, dejar de culpar a otros por nuestras acciones. Este es mi propósito de nuevo año; y es que a veces, es más difícil ponerte en tus propios zapatos que tratar de caminar en los zapatos de los demás.

1 comment:

  1. Está preciooooso, Olga. Debe de ser por eso que te costaron caros los zapatos: es que venían con un mensajote!!! Jejeje...

    Este va a ser un buen año, y cómo no cuando tenemos la oportunidad de compartir los pequeños detallitos meningless/meaningful que hacen la vida una jornada larga/corta que se disfruta a cada paso. Un abrazote tan grande como se puede desde la distancia y el añejamiento de nuestra amistad. ;)

    ReplyDelete

We love your feedback! Gracias por dejar sus comentarios.