Aquí me encuentro ahora, esperando a que den la orden de regresar, obvio, calmadamente a mis labores. Todo el mundo bajó las escaleras de emergencia, con una actitud ecuánime, cual robots programados para obedecer. Gente de todos los pisos se fue reuniendo en cada pasillo, congregándose sin hablar, siguiendo el paso y bajando escalones extremadamente organizados. Calmados. Fríos.
Ya mencioné el ruido ensordecedor de la alarma? Las luces parpadeantes en cada corredor? Es imposible escuchar mi propia voz, respiración, latidos del corazón. Insisto, cómo podemos anticipar nuestra reacción ante una situación real? Ahora todo salió bien, claro, sin presión. Tómalo como un descanso, un romper con la rutina. Es más, si no fuera porque ha pasado mucho tiempo y sigo aquí esperando indicaciones para volver, diría que es la excusa perfecta para perder el tiempo.
No entiendo por qué tienen que apagar las luces, desconectarnos del mundo. Es un simple simulacro, por Dios!
Qué hago aquí? Qué calor!!! Qué es lo que pasa? Qué hora será? Deliciosamente calmada. Relajada. Esperando, y con tanto trabajo sin terminar.
Ahora puedo decirte como actuaría en una situación de emergencia, en una práctica de medidas de seguridad.
A decir verdad, no notarías la diferencia....
...Mi pequeño altar de muertos...
Amiga, hasta me dio un escalofrio!
ReplyDeletespooky, no? ad hoc para este fin de semana...
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