Friday, October 9, 2009

La Pregunta Cándida

Cuando van a ser la 8:30 a.m. sé que se empezarán a escuchar los sonidos de una hojalata latosa, que pareciera tomar un fracción de segundo para tomar impulso y volver a sonar cada vez más cercano, hasta que cumple su ciclo de acercase y luego alejarse de nueva cuenta; esto acompañado de un imperceptible, muy al inicio, “raspado de piso”, que al final de cuenta eso es lo que provoca que la hojalata haga su sonido metálico.

No todas las veces ese sonido viene solo, en muchas ocasiones lo escucho con una música sofocada, casi inaudible, casi arrítmica, pero definitivamente inferior al ruido de la hojalata, como si el metal fuera el equivalente a la trompeta de un marichi que neutraliza en gran medida al resto de sus compañeros instrumentos. Lo que si es una constante es que esa música lejana, cuando inicia, no termina.

Diferente sucede cuando la hojalata deja de escucharse y el sonido del agua empieza, como todo lo que es natural, tiene un efecto distinto ante los sentidos, y uno agradece que dicho chasquido se acerque y cumpla su período. Mi mañana tiene ese inicio, un viejo recojedor metálico, una escoba y una manguera que déjan a un rádio con música popular en algo que no parece música, mientras que “El Cuate” ejecuta su acción alrededor de la casa.

Hará más de un año que preguntó que podría estudiar, no recuerdo si fué en primavera o en verano, pero igual no tuve otra respuesta que señalarle el camino de la autobúsqueda; difícil camino, resultado de lo más cercano a lo certero según mi experiencia. Lo más lógico, como buena “misión”, poner un plazo, aunque pudente, pero un límite. Disciplina es un buen punto de partida, pensé; veremos lo profundo de su primer paso.

Como en todas las cosas, uno nunca está listo. Cúmulo documentos e información en mis manos y una voz que pide un consejo y un consejero que no sabe como iniciar. La elaboración de un perfíl y una preferecia era lo prudente, para mi sorpresa las preferecias iniciales distaban mucho de lo que yo percibia. Ciertas preguntas con sus respuestas nos llevaron a eliminar un gran número de opciones, pero predominaron constantes que nos llevaron a una conclusión: Nada relacionado con números, pero mucho con la relación entre humanos. La opción la teníamos, la decisión se tomó.

- En un mes inicio! Ya fui aceptado, matriculado y hasta sé el tiempo que tardaré en llegar. La distancia será factor: tres camiones …. o seis, por la ída y regreso.

Lo único que me pasó por la mente es la idea de que la ciudad ha crecido.

- Una felicitación y un gran gusto por la acción y decisión.

Ante tal acto y convencimiento, sucumbió algo, una pregunta:

- Me puede explicar, qué es lo que voy a estudiar?

En esos momentos las pausas determinan el presente y lo que desencadena. Recordé que no menos de una vez en mi vida había tenído que preguntarme algo peor, en tiempo pasado o pretérito: qué estudié? qué he estudiado? Lo que si supe es que tuve que tomar muchos medios de ida y vuelta en el trayecto.

- “Cuate”, nomas recuerda tus puntos fuertes. En todas las etapas te preguntarás lo mismo. Cada etapa tendrá una respuesta.

Al ecucharlo corear las canciones populares del radio, entendí que soñaba mientras seguía con sus labores; entendí que la pregunta cándida es la mejor pregunta, las demás siempre tendrán la acción de ocultar algo de nuestra forma pensar.
Escucho los sonidos de cada mañana, sé que tendrán su final y sé que ese final será para bien. Me da gusto, contemplo mis perros y veo que disfrustan a su amigo mientras trabaja, mientras sueña.

                              Hermosillo, Sonora, México, 5 de agosto del 2009




1 comment:

  1. Amiguito, no sabes como me encanta todo lo que escribes. Pon mas cosas, no seas gacho! Un beso.

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